¿Un edificio que soporta inundaciones y terremotos?
Uno de los retos que enfrentan los arquitectos contemporáneos es dar respuestas a los problemas derivados del cambio climático. El Arca, una estructura diseñada por Remistudio propone una singular solución para ello.
Las consecuencias de la contaminación ambiental son cada vez más notorias. Una de las principales manifestaciones es el aumento de la temperatura media del planeta, situación que causa la reducción de los glaciares, y trastorna los ciclos pluviales.
Especialistas de diversas disciplinas coinciden en que hay que tomar medidas inmediatas pues, lamentablemente, los cambios abruptos en el clima y en los ecosistemas son irreversibles y continuarán en el futuro.
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La frecuencia y la intensidad de los desastres naturales exigen cada vez más atención y sobre todo mayores recursos económicos ya que, como se ha visto en los últimos años, impactan de manera considerable la infraestructura y las vivienda de las localidades afectadas, al grado que las pérdidas materiales rebasan el capital disponible para remediar los daños.
La arquitectura, una de las principales responsables de la configuración del hábitat del hombre, juega un papel fundamental en esta labor para encontrar soluciones que contribuyan a frenar y mitigar los efectos de cambio climático.
Una de los primeros proyectos que proponen soluciones ante los desastres que pueden provocar el cambio climático, es “Arca”, nuevo concepto de hotel antisísmico que además es capaz de soportar inundaciones extremas.
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Diseñado por la firma de arquitectura rusa Remistudio, el edificio, que remite a la forma de un caracol marino, se diseñó en el contexto del programa “Arquitectura para la Atención de Desastres”, de la Unión Internacional de Arquitectos. La estructura es autosustentable y fue diseñada para que en caso de inundación pueda flotar autónomamente sobre el agua.
El arca puede adaptarse a climas diversos y está diseñada para regiones sísmicas pues su estructura, resuelta a base de arcos, le da gran solidez y estabilidad, además de que de la mitad para abajo está conformada por un sótano que, según sea el caso, puede quedar bajo el agua o la tierra.
El sistema estructural de este singular hotel funciona de la siguiente manera: los arcos soportan las cargas, permitiendo la redistribución del peso en caso de un terremoto. El diseño, con instalaciones inteligentes, permite una relación óptima entre su volumen y su superficie externa y proporciona eficiencia energética.
A pesar de que su forma parece muy complicada, al estructurarse a partir de un marco prefabricado, el edificio puede ser construido en menor tiempo que una edificación convencional.
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Es importante mencionar que el material con el que estará recubierta la estructura es ETFE, material con el que se construyó la alberca olímpica Watercube, de China, un plástico de reciente creación, más resistente y ligero que el acero, lo que hace que su construcción sea mucho más rápida.
Esta solución, aunque ha sido diseñada para un hotel, resulta paradigmática al establecer una nueva forma de relacionarse con un entorno que seguirá cambiando en los próximos años. ¿Por qué, entonces, no pensar en adaptar esta propuesta a viviendas multifamiliares? Seguramente esto sería de gran ayuda para la gente que vive en zonas de alto riesgo y que año con año padecen inundaciones o viven bajo la incertidumbre de un terremoto.
Texto recuperado el 21 de diciembre del 2017 de construyenpais.com
