Para los especialistas, esto es una muestra de que tanto la inflación, especialmente en los insumos, como el alza constante en las tasas de interés, han sido dos anclas importantes que detienen el avance la industria.

«El sector más sensible a aumentos en la tasa de interés, es el sector de la construcción porque es un sector que trabaja con créditos de relativo corto plazo, a tasa variable, entonces, ahí el incremento de la tasa de la política monetaria se traslada de manera inmediata», comentó Carlos Serrano, economista jefe de BBVA en México.

Asimismo, agregó: «La edificación residencial sigue mostrando una desaceleración importante, con una contracción de 6.6% el año pasado, en buena medida este valor fue afectado por el aumento en los precios de los insumos».

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En un análisis reciente de BBVA Research México, se detalló que debido a la crisis que vive el sector de la construcción, este pasó de ser el quinto más relevante de la economía en México al sexto en el 2022, ya que su participación económica, que en promedio era de 7.5%, el año pasado fue de 6 por ciento.

«Por un lado, no hay grandes proyectos de infraestructura pública y por otra parte, la confianza de los inversionistas privados ha caído», declaró Carlos López Jones, director de consultoría de la firma Tendencias.com.mx.

Inflación se desacelera, pero…

Los problemas en la cadena de suministro, así como temas geopolíticos, han provocado que los precios en los insumos para la construcción se hayan disparado en los últimos meses. Fue en mayo del 2022 que tuvo su crecimiento más considerable, de 18.47% a tasa anual, lo cual ha presionado a los constructores al inicio de nuevos proyectos.

Para Serrano, si bien este aumento es clave para entender el estancamiento de la construcción, se percibe una desaceleración en el aumento de precios, lo cual es una buena noticia que incentiva a los desarrolladores a planear nuevos proyectos.

«La buena noticia, es que a medida que se han venido resolviendo los cuellos de botella globales, la inflación de estos insumos ha venido disminuyendo», destacó el economista de BBVA Research México.

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En marzo pasado, la inflación del subíndice de materiales de la construcción fue de 7.46% a tasa anual, para así ligar cinco meses consecutivos con alzas de solo un dígito y fue la menor, en su medición anual, de los últimos 27 meses.

Esta inflación se suma a los incrementos que la junta de gobierno de Banco de México (Banxico) ha realizado en 15 ocasiones a la tasa de interés desde junio del 2021, para ubicarla de 4% a 11.25 por ciento.

Salvavidas de la obra civil

Uno de los aspectos sobresalientes recientes en la industria de la construcción, es el dinamismo de la obra civil. De acuerdo con BBVA Research México, esto es impulsado por el presupuesto destinado a la obra pública por parte del gobierno federal, especialmente a sus proyectos insignia.

«En el 2022, se gastaron 686,000 millones de pesos, en términos reales, lo que significó un crecimiento de 17 por ciento. En el 2023, todavía va a crecer más, habrá un crecimiento de 20% para llegar a 824,000 millones de pesos, esto fundamentalmente se debe a incrementos en el presupuesto de las obras insignia, donde tienen intención de avanzar lo más posible», declaró Serrano.

Para López Jones, esto no es un reflejo de estabilidad, pues a pesar de la cantidad destinada por el gobierno, son pocos los proyectos.

«De los grandes proyectos, después del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (Dos Bocas no es proyecto de infraestructura pública), quedan el Tren Maya y el Corredor interoceánico, pero no se están creando proyectos privados», declaró el especialista de Tendencias.com.mx.

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La luz de esperanza

En este contexto, los especialistas mostraron cautela sobre cuándo llegaría la recuperación del sector. Para Eduardo Torres, director ejecutivo de la consultora ai360, en la medida en que las tasas de interés disminuyan y no continuarán los incrementos en los valores de los insumos para la construcción, esta industria podría tener un mayor dinamismo.

«Si se tiene más información de que las tasas de interés han llegado a su límite, eso da perspectiva de mejores condiciones a los desarrolladores para planear sus proyectos con mayor certidumbre, también a los bancos. La propia inflación está descendiendo y eso también se traduce en menores presiones en costos para desarrolladores», acotó Torres.

Casi todos los indicadores del sector aumentaron respecto a un mes previo, como, por ejemplo, respecto al momento adecuado para invertir; situación económica presente; situación futura; situación económica presente de la empresa y su panorama futuro.

Sin embargo, dicho indicador lleva 11 meses por debajo del umbral de los 50 puntos, lo cual es un reflejo que la confianza no se ha recuperado del todo.

«Quisiéramos ver a la economía mexicana creciendo más rápido y hay unas oportunidades que podrían estar aprovechándose mejor a partir del comercio internacional…Estoy optimista de la tendencia del mercado en la segunda mitad del año y para el 2024», declaró Torres.

Por: Fernando Gutiérrez 
Texto recuperado el 2 de mayo del 2023 de eleconomista.com.mx