Colombia busca seguir impulsando la construcción en acero
David Barros, director ejecutivo de Camacero, explicó el panorama de la industria. “El propósito es que los constructores y remodeladores vean el acero como un material que se debe seguir utilizando».
El gremio del acero se vio impactado de forma considerable durante la época de pandemia en Colombia y el mundo. Las cifras en 2023 del consumo nacional del acero fueron desalentadoras. La adquisición del material el año pasado, decreció un 8% por la caída de demanda de viviendas de interés social, siendo este componente necesario en la construcción y otro tipo de manufacturas. Aunque el panorama ha cambiado, hay grandes retos en la industria del acero, como lo ha expresado la Cámara Colombiana del Acero (Camacero).
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“En Colombia todavía falta mayor educación para utilizar el acero. En países como Chile, el consumo per cápita del acero es de 140 kilos, en Costa Rica 110 kilos, en Ecuador 88 kilos, México 87 kilos, Brasil 112 kilos y en Colombia estamos en un 64.7% de consumo del acero”, sostuvo David Barros, director ejecutivo de Camacero.
“Creemos que todavía falta mucho para construir en Colombia con el acero. De ahí el propósito de nuestra Cámara de seguir propendiendo porque los constructores, los remodeladores sigan viendo al acero como un material que se debe seguir utilizando en Colombia”, agregó.
¿Cuál es la perspectiva para 2024 desde el gremio del acero?
El consumo del acero en el país se relaciona directamente con el sector de la construcción, por lo que entre más edificaciones se realicen, la producción de acero se va a ver impactada de forma positiva.
“En este momento, las perspectivas de la construcción no son nada halagüeñas. Estamos decreciendo en la construcción de proyectos nuevos, en sector VIS y en sector no VIS, ha disminuido de una manera importante en el primer trimestre de este año”, señaló Barros, quien también es administrador de empresas.
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Para el director ejecutivo de Camacero, las iniciativas del Gobierno nacional para incentivar el consumo del acero se deben concretar en proyectos de infraestructura como “las vías 5G y 4G, Transmilenio, Metro de Bogotá, Metro de Medellín”. Con el apoyo no solo de inversiones públicas sino también privadas, donde se “podría ayudar a que el sector de la construcción y por ende el uso del acero también se reactive”.
Es “preocupante” la posibilidad del incremento de aranceles
De acuerdo con Barros, el incremento de aranceles sobre algunos derivados del acero, como el alambrón, podría afectar la cadena productiva de la industria.
“Eso es algo que nos preocupa, porque vemos que, si no se protege toda la cadena de valor del sector acero en Colombia y solamente se protege la industria de los productores de acero, iría en detrimento de otros actores de la cadena productiva como son comercializadores o transformadores”, dijo Barros.
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Consecuencia de un aumento en el arancel en el alambrón y no en el alambre, es un perjuicio para los productores de otras aleaciones procedentes de esta materia prima. “Si solamente se aumenta el arancel a las importaciones de alambrón, se genera una protección negativa a aquellos que toman el alambrón y lo transforman. Pondría en jaque alrededor de unos 5.000 empleos directos y unos 10.000 empleos indirectos”.
Afectaciones de guerra Rusia – Ucrania en importaciones de acero
“En este momento Colombia está importando el 56% del acero que se consume, el resto se produce en Colombia. Hay que importar el acero plano, porque en Colombia no hay una siderúrgica que produzca este tipo de acero. Hay cinco siderúrgicas que producen acero largo, que es el acero estructural que se utiliza para la industria de la construcción”, manifestó Barros.
Para que la situación cambie y Colombia no dependa en gran medida de la producción de otros países, se podría fabricar más acero del que se importa.
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Esto sería posible si existiera “una política industrial que genere una mayor producción. Eso implicaría una inversión gigantesca, hay que mirar si en el actual contexto de incertidumbre podrían los inversionistas montar una planta. La otra forma es ampliar la torta, es decir, que haya mayor demanda de acero porque hay mayores proyectos constructivos”, sostuvo el director ejecutivo de Camacero.
Señaló, además, que del 2022 al 2023 el consumo nacional bajó de forma significativa. «En el 2022 las toneladas consumidas en el país de productos de acero fueron de 3’646.177 toneladas, y, en el 2023, fueron de 3’335.142 toneladas. Es decir, estamos hablando de una diferencia de 311.035 toneladas; eso muestra cómo el consumo per cápita también cayó en Colombia, muestra una tendencia negativa en el uso del acero en Colombia. Indudablemente que esto nos lleva a decir que hay problema estructurales que no llevan a que el consumo del acero aumente año tras año, por ejemplo, las tasas de interés subiendo o también cuando la tasa de cambio aumenta, la inversión se encarece».
¿Cómo se podría impulsar la industria del acero?
Para Camacero, el impulso que necesita el gremio del acero parte del Gobierno nacional. “Es necesario que el Gobierno proteja toda la cadena productiva y además de eso que el gobierno invierta mucho en infraestructura, hay que invertir más en colegios, puentes, puertos, aeropuertos. Que permita conectar a pueblos lejanos donde tal vez es la otra Colombia y donde no hay un desarrollo en esas regiones”, dijo Barros.
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“Al haber más conectividad entre estos pueblos entre la provincia y las grandes capitales, se va a incentivar la demanda, por lo tanto, el comercio también va a aumentar y eso logra que la economía se vea beneficiada para todos los que dependen del sector del acero”, puntualizó.
Texto recuperado el 6 de agosto del 2024 de noticiascaracol.com